Noelia
Martínez Pérez
En el amplio campo de la química orgánica, las
reacciones radicalarias, aunque protagonizan rutas sintéticas eficientes, están
obstaculizadas por tener que emplear reactivos tóxicos, como peróxidos o
derivados de estaño, para activar los sustratos y formar especies radicalarias.
Sin embargo, se está desarrollando el uso de luz azul combinada con un
catalizador de cobre(I), para iniciar una más amplia gama de estas reacciones,
en condiciones suaves, seguras y respetuosas con el medioambiente.
Esta técnica se conoce como
fotocatálisis o catálisis fotorredox y consiste en activar los complejos de
cobre con luz visible, para que éste pueda activar de forma eficiente
sustratos, en este caso, orgánicos. Dichos complejos son más económicos y menos
dañinos para el medio ambiente que los fotocatalizadores que normalmente se
utilizan.
Christofer et al.1, inspirados por las
investigaciones de McMillin, Kutal2, Mitani3, Sauvage4 y König5, desarrollan la
síntesis y aplicación del fotocatalizador [(DPEPhos)(bcp)Cu]PF6,
utilizando tiras de LED azules.
Figura 1: Síntesis del complejo de Cu(I). |
Son capaces de llevar a cabo
ciclaciones radicalarias reductoras de haluros orgánicos, ciclaciones dominó,
arilaciones de arenos, así como de sintetizar inhibidores contra el cáncer,
obteniendo rendimientos razonables. Esto es posible gracias al ciclo catalítico
inusual que se da, utilizando un reductor de sacrificio: Cu(I)/Cu(I)*/Cu(0).
Figura 2: Ciclaciones radicales dominó |
La catálisis fotorredox es un área
de investigación activa y prometedora en campos como la medicina, la síntesis
química, la ciencia de los materiales o la química ambiental.
Referencias